jueves, 26 de diciembre de 2013

"Para se sentir" (Carlos Marzal)

Se sentir no es sentirse:
Es más al centro.
Se sentir uno mismo no es sentir
El mundo alrededor,
Sino saber que el mundo, por nosotros,
Se convierte en aquello que es el mundo.

Ésta es la realidad: la se sentida.
La que desde su amor, desde su cólera,
Desde su limitada percepción,
Cada cual siente en sí,
Mientras lo sabe,
Mientras se ve sintiéndose,
Y la crea,
Y se siente creándose y creándola.

Para nombrarlo bien, para explicar
Con toda desnudez lo que me ocurre,
Es preciso incurrir en lo que incurro:
El corazón le exige a su gramática
Que tenga corazón;
Lo más presente toma del pasado
Su fuerza temporal,
Su exactitud.
La brizna de arcaísmo da el acento.

Si la tierra se siente, es cuando escribo.
Si ese sol se conoce, es cuando impongo
A ese sol, con mi voz, conocimiento.
Si ese pájaro sabe lo que vuela,
Los dos nos damos hoy por bien volados.

He escogido el camino más difícil
Para explicar la hondura de lo vivo,
Lo recóndito
Que hay en lo más a flor de nuestros labios.

Llevo siglos queriendo averiguarme
Con averiguaciones, con vislumbres
Que vienen de otros siglos, en conjuros.

Querría, como tantos, descifrar
Ese enigma de enigmas
Con  mi fórmula:
Mis dos solas palabras,
Que supiesen
fracasando mejor ,
con más talento,
desentrañar por fin qué es se sentir.

Ánima mía (Tusquets; Barcelona, 2009).



jueves, 19 de diciembre de 2013

Silencio (Octavio Paz)

Así como del fondo de la música 
brota una nota 
que mientras vibra crece y se adelgaza 
hasta que en otra música enmudece, 
brota del fondo del silencio 
otro silencio, aguda torre, espada, 
y sube y crece y nos suspende 
y mientras sube caen 
recuerdos, esperanzas, 
las pequeñas mentiras y las grandes, 
y queremos gritar y en la garganta 
se desvanece el grito: 
desembocamos al silencio 
en donde los silencios enmudecen.


La centena: (Poemas 1935-1968)


jueves, 12 de diciembre de 2013

1 "Nuestra quietud es dulce y azul y torturada en esta hora..." (Julio LLamazares)


Nuestra quietud es dulce y azul y torturada en esta hora.

Todo es tan lento como el pasar de un buey sobre la nieve. Todo tan blando
como las bayas rojas del acebo.

Nuestro abandono es grande como la existencia, profundo como el sabor
de las frutas machacadas. Nuestro abandono no termina con el cansancio.

No es un error la lentitud, ni habitan nuestra alma las oquedades del conocimiento.

En algún zarzal lejano anida un pájaro de aceite que nace con el día. Siento su sed
granate algunas veces. Su abandono es tan dulce como el nuestro.

Su lentitud no está desposeída de costumbre.

De "La Lentitud de los bueyes" (1979)

jueves, 5 de diciembre de 2013

Poema XII No es el amor quien muere... (Luis Cernuda)

No es el amor quien muere,
somos nosotros mismos.

Inocencia primera
Abolida en deseo,
Olvido de sí mismo en otro olvido,
Ramas entrelazadas,
¿Por qué vivir si desaparecéis un día?

Sólo vive quien mira
Siempre ante sí los ojos de su aurora,
Sólo vive quien besa
Aquel cuerpo de ángel que el amor levantara.

Fantasmas de la pena,
A lo lejos, los otros,
Los que ese amor perdieron,
Como un recuerdo en sueños,
Recorriendo las tumbas
Otro vacío estrechan.

Por allá van y gimen,
Muertos en pie, vidas tras de la piedra,
Golpeando la impotencia,
Arañando la sombra
Con inútil ternura.
No, no es el amor quien muere.

Donde habite el olvido (1934)