jueves, 28 de abril de 2016

El grillo (Cesar Simon)

Ese canto del grillo,
por las veredas, lomas,
monótono, profundo,
que te hará meditar inútilmente,
como sólo es posible meditar,
absorto, vago, irresoluto;
que no es canto de muerte ni de vida,
que es como si de pronto nos vinieran
nuestros pasos de niños,
cuando por entre olivos regresábamos
a casa. Aunque no sólo.
Que es la constancia firme, irremediable,
de la noche, del tiempo, de los trenes,
mientras nosotros, cada uno,
evidencia su bulto en el contorno
de este extraño vacío, de esta enorme tristeza.
Ese canto del grillo,
esta verdad, de estar aquí, de ser
una conciencia justa de lo que es
imposible… Y más no.
Erosión (1968-1970)

jueves, 21 de abril de 2016

En el camino (Jorge Spíndola)

la pampa
animal extenso apuñalado

la ruta es un cuchillo
lamiendo los bordes de la luz

el aire azota matas, todo vuela para atrás
todo es pasado, todo está por suceder

el automóvil y su sombra van flotando
sobre un paisaje amarillo
hasta el fondo de la piel

un tendal de postes infinitos
sostiene cuadros con campos de van gogh

sensuales las curvas
aves sensuales flotando por allá

todo es pasado, todo está por suceder

Calles laterales, 2002

jueves, 14 de abril de 2016

De visita (Jon Juaristi)

Cuando llegue la hora, no hagas ruido.
La casa bulliciosa
olvidará tu paso al poco de irte
como se olvida un sueño desabrido.

No te valdrá el amor ni la paciente
entrega a su cuidado.
Márchate silenciosa,
suavemente.

Entre sus moradores, alguien crece
para quien defendiste la techumbre,
los muros y los altos ventanales
donde la luz cernida comparece
cada nueva mañana.

Es la costumbre:
Permanecer no entraba en el contrato
y es preciso partir
(de todos modos,
no pensabas quedarte mucho rato).


"Diario de un poeta recién cansado" 1985

jueves, 7 de abril de 2016

Clavo en la pared (Ricardo Bellveser)

                                             Todo acto humano tiene un propósito.
                                                                El tiempo se encarga de ocultarlo.

Hasta el más olvidado clavo
en la pared, isla de acero
en el desierto de cemento,
tuvo sentido.
Quizá de él colgó un retrato,
una medalla, un título, 
un testimonio del ayer.
Se puso allí para cumplir
una misión hija del cálculo.

Hoy, en las cenizas del nido
es un objeto solitario,
que parece un insecto detenido
e inútil al que nadie atiende.

Su absurda soledad desvela
lo que hay de vano en nuestros actos.

La ausencia del calor humano
engendra hostil entre las cosas
un confuso caos sin albedrío.
Lo inexplicado muere de olvido.
              
Las cenizas del nido (2009)