Ayer, acabó el verano
y hoy nos despertamos en noviembre.
La lluvia nos caló en lo mas hondo
de este exilio que llega a su fin.
Huimos de la ciudad
y de su negrura,
pero en el fondo,
todas las ciudades son la misma.
Cavafis tenía razón.
No hay mas patria
que el amor que podamos dar.
Ahora, con la lección aprendida
emprenderemos el camino de regreso.
Nos guiaremos por el sol
y agarrados de las manos,
recorreremos juntos el nuevo trayecto.
Con la lluvia para disidentes
llegará el nuevo maná.
Primer premio del certamen literario “Las flores” de Móstoles (Madrid) en 2002, Incluido en el nº ocho de la revista “Absenta Poetas” de Santander 2011.
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