Canta un gallo, mil gallos.
Amanece.
Luz tan cacareada
pocas veces se han visto.
¿Qué traerá este día así anunciado
con clarines más vivos que sus llamas?
(Pero
no hay fuego todavía, sólo
un atisbo de luz
en un abismo alto y transparente
que se opone a otro abismo).
En el lugar del firmamento, nada.
Como un rubor azul renace el cielo.
(Y abajo, allá en lo hondo,
débil niebla de lana empaña el valle:
rebaños y balidos resbalan por las sendas
como movidos por un viento inquieto
que se dispersa por los olivares.)
Enigmática luz, tan clara y pura
que tan sólo se en en lo que desvela.
¿De dónde viene ese esplendor creciente?
No es aún la luz la que ilumina al mundo;
el mundo iluminado es quien la enciende.
"Otoños y otras luces" (2001)