jueves, 25 de octubre de 2018

Queda la vida (Javier Lorenzo Candel)

                                  Al poeta Antonio Rodríguez

Nunca, desde las cimas altas
que he visitado, he sido ni seré
más alto y más esbelto que el resto de los hombres.
Ni desde los abismos donde llegué
he sido el extravío que me ha hecho diferente.
Y nunca ante el dolor he sentido dolor
muy distinto, ni amor tan desigual
que nadie sea capaz de comprenderlos.
Por eso cuando escribo
escribo de la culpa, de la piedad,
la calma prolongada del que observa,
también de libertad, de entendimiento,
de pasión y renuncia,
con las mismas palabras, no otras diferentes,
de los hombres.
Es el lenguaje, armónico y vital,
la forma más precisa de comunicación
que nos iguala. Allí donde lo somos
queda la libertad, queda vida.

Manual para resistentes (2014)

jueves, 18 de octubre de 2018

Hay un hombre en la orilla (Basilio Sánchez)

La luz se va ensanchando
sobre una oscuridad disminuida.
Ahora el aire celebra la amplitud de las salas,
la altura de los techos,
la piedad silenciosa de las lámparas.
El mar, desprevenido,
deja escapar las aves que se ocultan
en un pliegue de luz.
Para guardar el sueño,
para sentir un poco de esa vida
que no está en la mirada, sino en sus intersticios,
mi mano sobre el agua deja un rastro
que sólo es accesible al pensamiento.
Hay un hombre en la orilla
susurrando palabras
que no alcanzan apenas el borde de sus labios.
Hay un hombre en la playa humanizado
por su fragilidad, por las mareas.
“Entre una sombra y otra – II” – 2006
“Los bosques de la mirada” – Poesía reunida (1984-2009)

jueves, 11 de octubre de 2018

De la serenidad de las cosas (César Antonio Molina)

Cuando nace el sol y es claro, templado, sin nube alguna. Cuando la luna naciente muestra su luz alrededor y sus círculos son blancos, amarillos y dorados. Cuando las estrellas están quietas y muy resplandecientes y se ven correr, de una parte a otra, exhalaciones. Cuando el Arco Iris surge de entre la lluvia y al salir el solo al ponerse relámpagos sin truenos. Cuando al alba hace frío y el rocío se posa y el humo asciende por encima de las aguas detenidas y los prados. Cuando después de alguna borrasca se aparece en la vela un tenue resplandor y un soplo. Cuando los halcones están sosegados en las riberas. Cuando las grullas vuelan en lo alto y callan sin graznar. Cuando los milanos juegan los unos con los otros. Cuando los palomos planean muchas veces de una a otra parte y cantan. Cuando los cuervos abren la boca mirando al sol. Cuando los peces de los ríos y del mar saltan. Y cuando la televisión se ha terminado y todas las luces de los patios se apagan y cae la noche sobre el jardín que se cavó a la sombra y vuelven las más espesas tinieblas y mi pensamiento aún no está conmigo, sino que se demora combatiendo en ultramar con aquella felina dependienta en la batalla de las esmeraldas.

"El rumor del tiempo" (2006)

jueves, 4 de octubre de 2018

Me sale a devolver (Emilio Martín Vargas)

La alianza grabada en fecha firme
que llevaron durante cuarenta años
sus abuelos en el corazón izquierdo
y después sus padres otros veinte
y ahora nadie. La gente esconde el oro en la mesita de noche.

O un piso en propiedad donde dormir en calma
cuando el oro nada valga, donde esconderse
del desahucio del amor y de los días agraces.

Quizá un coche coreano con el que recorrer islas
hundidas de madrugada, con los ojos aún llenos de luna
y el sol como corona de un imperio de ancianos y turistas.

La mayoría de la gente tiene algo: un trabajo
un seguro de vida, un Iphone
con más de cien contactos en la agenda.
Yo no tengo nada
más que una mujer
un hijo
esta noche
este poema
y una sombra que me nombra
en un paraíso fiscal de mi mismo.

"Lloráis porque sois jovenes" (2016)