jueves, 29 de octubre de 2020

Terra Lliure/Tierra libre (Marc Granell)

Perquè era verda i encara pot ser verda.
Perquè és la veu dels morts que l'estimaren.
Perquè era una i encara pot ser una.
Perquè és cançó d'un mar sense memòria.
Perquè era clara i neta i no sabia
dir paraules de parla estrangera.
Perquè és batec a les goles incendiades.
Perquè era nostra i encara pot ser nostra.
Perquè és un cor que agonitza entre cadenes.
Perquè era blat i gavina en el matí.
Perquè ens la volen morir com si fos núvol.
Perquè encara naix fills amb l'alegria
de saber-se-la en la pell i la batalla.

Porque era verde y aún puede ser verde.
Porque es la voz de los muertos que la amaron.
Porque era una y aún puede ser una.
Porque es canción de un mar sin memoria.
Porque era clara y limpia y no sabía
decir palabras de habla extranjera.
Porque es latido a las gargantas incendiadas.
Porque era nuestra y aún puede ser nuestra.
Porque es un corazón que agoniza entre cadenas.
Porque era trigo y gaviota en la mañana.
Porque nos la quieren morir como si fuera nube.
Porque todavía nace hijos con la alegría
de sabérsela en la piel y la batalla.

"Poesia reunida" (1976-1999)

jueves, 22 de octubre de 2020

Desalojo de la naturaleza (Juan Arabia)

Bajemos juntos a sentir el desalojo.
Escuchar el viento que se mueve
por encima del trigo:
la aguda guerra de metal.

Un estruendo de plata
corroe lo vivo,
separa a cada una de las cosas
que existen en el mundo.

Caen ahora los primeras gotas.
La fiera tormenta confederada
se afianza para siempre
dentro de los muros de las ciudades.

"Desalojo de la naturaleza" (2018)

jueves, 15 de octubre de 2020

Cómo veo los árboles ahora...(Claudio Rodriguez)

Cómo veo los árboles ahora.
No con hojas caedizas, no con ramas sujetas a la voz del crecimiento.
Y hasta a la brisa que los quema a ráfagas no la siento como algo de la tierra
ni del cielo tampoco, sino falta
de ese dolor de vida con destino.
Y a los campos, al mar, a las montañas, muy por encima de su clara forma
los veo. ¿Qué me han hecho en la mirada? ¿Es que voy a morir? Decidme, ¿cómo veis a los hombres, a sus obras, almas inmortales? Sí, ebrio estoy, sin duda.
La mañana no es tal, es una amplia llanura sin combate, casi eterna,
casi desconocida porque en cada
lugar donde antes era sombra el tiempo, ahora la luz espera ser creada.
No solo el aire deja más su aliento:
no posee ni cántico ni nada;
se lo dan, y él empieza a rodearle
con fugaz esplendor de ritmo de ala
e intenta hacer un hueco suficiente
para no seguir fuera. No, no solo
seguir fuera quizá, sino a distancia.
Pues bien: el aire de hoy tiene su cántico. ¡Si lo oyeseis! Y el sol, el fuego, el agua, cómo dan posesión a estos mis ojos.
¿Es que voy a vivir? ¿Tan pronto acaba
la ebriedad? Ay, y cómo veo ahora
los árboles, qué pocos días faltan...

"Don de la ebriedad". (1953)

jueves, 1 de octubre de 2020

Este vivir huyendo (Basilio Fernández)

No hay tiempo que perder. La vida pasa.
No nos distraigamos
acariciando vieja arcilla.
Esta tierra que fertilizan nuestros huesos
nos da a cambio un prado, una nube sobre una colina,
la cinta azul de un río para encelar los ojos.
Apresuraos, a caballo, a escape,
flechas de las llanuras lisas.
Primavera, verano, otoño, nieve,
tobogán donde las ilusiones se desploman,
perfiles que tanto acaricié en silencio,
prismas purísimos de la noche.

Quién me dijera,
ya carbón humeante,
vana escoria arrojada, despojo del deseo,
que un día volvería a ese mundo olvidado.

Agua estancada ardiendo, primavera,
donde unos labios palpitaban,
cómo sospecharía
que habías de ser oasis de un desierto brumoso.

Sin embargo el retorno
es ya imposible. ¿Adónde voy? ¿Qué busco?
Esta estancia en que vivo
no es la misma de entonces, ni el teléfono
me trae aquella voz,
el mismo eco de ayer, calor de fuego fatuo.

Parece que los robles
me entregan sombra, pero mienten,
como miente la luz, y el aire, el cielo
que trae nuevas estrellas cada noche,
que nuevos ojos miran.

Nuevos ojos, nuevas manos que tocan
otros perfiles. Giran nuevas ruedas.
¿Para qué la memoria?
Ni lo desconocido. Experiencias inútiles
de otros aburrimientos como este mío, tuyo,
de afectos viejos que ya no son. Nostalgia, el veneno que tienta.
Si no hay nieves de antaño por las cimas,
ni aquel amor de ayer se paladea
ni esa palabra fúlgida; un momento de oro
ya cobre claro, oxida
su esmalte a cada hora.

Si todo se disipa, no os detengáis,
no hay metas: «habladle alto al olvido»,
la vida es un boomerang que a Dios regresa.


"Poesía completa" (1927-1987)