jueves, 26 de noviembre de 2020

Gramática de la felicidad (Wilson Pérez Uribe)

En el cuarto de la casa
se arrumaban pequeños objetos
que vivían en la luz de cada domingo.
Un aire de claridad, un instante
en que el tiempo semejaba la ternura.
Todo parecía uno; uno parecía todo.

Bastaba abrir los ojos, despertar tan solo
ante el misterio del cuarto
donde reposaban todas las luces.

El mundo tenía la forma del amor
en el rostro de mi madre.
Y tiempo y amor
hallaban en su cuerpo
lo que apenas era mío.


Libro de la mirada (2020)

jueves, 19 de noviembre de 2020

Donde muere la muerte (Francisco Brines)

Donde muere la muerte,
porque en la vida tiene tan sólo su existencia.
En ese punto oscuro de la nada
que nace en el cerebro,
cuando se acaba el aire que acariciaba el labio,
ahora que la ceniza, como un cielo llagado,
penetra en las costillas con silencio y dolor,
y un pañuelo mojado por las lágrimas se agita
hacia lo negro.
Beso tu carne aún tibia.
Fuera del hospital, como si fuera yo, recogido
en tus brazos,
un niño de pañales mira caer la luz,
sonríe, grita, y ya le hechiza el mundo,
que habrá de abandonarle.
Madre, devuélveme mi beso.

(Publicado por primera vez en la revista Cuadernos Aispi, 

publicación semestral de la Associazione Ispanisti Italiani)

jueves, 12 de noviembre de 2020

Astillas (María Gómez Lara)

                                Los verdaderos poemas son incendios.

                                                                 Vicente Huidobro


voy frotando una astilla contra otra
y es inútil

no habrá fuego
en mis restos de madera

pude rescatar del naufragio
un trozo de leña

hueco de tormenta
atravesado por tanta agua salada

lo quebré
para inventar dos trizas que se juntan
dos chispas
que no estaban
el revés de un vacío un agujero

aquí sigo todavía estrellando mis astillas

nada que encender
y te haces humo
nada que apagar
y eres ceniza.


"Contratono" (2015)

jueves, 5 de noviembre de 2020

Tempestad con silencio (Pablo Neruda)

Truena sobre los pinos.
La nube espesa desgranó sus uvas,
cayó el agua de todo el cielo vago,
el viento dispersó su transparencia,
se llenaron los árboles de anillos,
de collares de lágrimas errantes.

Gota a gota
la lluvia se reúne
otra vez en la tierra.

Un solo trueno vuela
sobre el mar y los pinos,
un movimiento sordo:
un trueno opaco, oscuro,
son los muebles del cielo
que se arrastran.

De nube en nube caen
los pianos de la altura,
los armarios azules,
las sillas y las camas cristalinas.

Todo lo arrastra el viento.

Canta y cuenta la lluvia.

Las letras de agua caen
rompiendo las vocales
contra los techos. Todo
fue crónica perdida,
sonata dispersada gota a gota:
el corazón del agua y su escritura.
Terminó la tormenta.
Pero el silencio es otro.

"Antología general" (2010)