jueves, 30 de enero de 2020

Plegaria sin juntar las manos (Ramón Andrés)

Nadie adivina la amplitud del límite.
Que a un caballo lo forman las llanuras
se olvida, que a una mano su lenguaje.
Habrán de sombrear las migraciones
la muerte de los padres, el camino
que en ti obligaron hasta ver su tiempo
mudable en tu mirada, como el ave
que al estallido emprende el horizonte
huyendo de la tierra que anduviste.
Haya recuerdo, pero no el hogar
de los antepasados. Haya norte
y sur para el que crea en la distancia.
Prosiga a pie lo que empezó en el sueño.

"La amplitud del límite" (2000)

jueves, 23 de enero de 2020

El pan y la sal (Basilio Sánchez)

De una casa a otra se enviaban saludos,
las cintas de humo azul de los hogares
y, con las filtraciones de las primeras luces,
algunas nubes lentas.
Entre una casa y otra los silencios
eran ruidos de platos,
una flor esmaltada en unas tazas, el murmullo
de las copas de vidrio.
Desde hace algunos años
es un pueblo vacío,
uno de esos lugares que ya no necesita del crepúsculo.
Los muros de las casas
se han ido acostumbrando
al desfallecimiento, a los rigores
de las viejas moreras, de las parras silvestres.
En medio de las plazas,
al final de las calles, las sombras de las cosas
permanecen inmóviles,
nos hablan desde fuera del tiempo.
Ahora el cielo está quieto como un campo sin nada,
como el hombre sentado que lo mira.
Como el que en la maleza
busca aún las canciones perdidas de los niños,
algunas nubes lentas para la intimidad,
para el regreso.


"Los bosques de la mirada" (Poesía reunida 1984-2009)

jueves, 16 de enero de 2020

Tristes guerras (Miguel Hernández)


Tristes guerras
si no es amor la empresa.

Tristes. Tristes.

Tristes armas
si no son las palabras.

Tristes. Tristes.

Tristes hombres
si no mueren de amores.

Tristes. Tristes.


Cancionero y romancero de ausencias (1938-1941) 

jueves, 9 de enero de 2020

Inclinándome (José Luis Parra)

Inclinándome, sí,
al clima de los años, al peso de las ruinas
de la carne, encorvado en mis carencias,
como el sauce que roza en la corriente
el reflejo fugaz de lo vivido.

Inclinándome, sí,
con reverencia, agradeciendo
la presencia del escaso auditorio,
el temple y alegrías que me han dado
en esta feria bufa, ignominiosa.

Inclinándome, sí,
ante el misterio y su verdad ambigua
y su belleza fugitiva y ciega,
no con rendida servidumbre
sino con refinada cortesía.

Y cuando la certeza al fin se imponga
de que no habrá más horas ni más días,
salir como una sombra
salir, pero inclinándome,

salir sin titubeos de la escena.


"Inclinándome" (2012)

jueves, 2 de enero de 2020

Como navegantes de sueños (Nicolás Corraliza)

Nos marcharemos sin hacer ruido

hacia la frescura de la verdad,

hacia el calor de la ternura.

Ciudad sin nombre

que tú y yo bautizaremos

con agua de sueños,

de sudor trabajado.

Tiempo de retirada

y de sálvese quien pueda.

Nos apartaremos de esta decadencia vulgar

que nunca más levantará el vuelo.

Somos arena de desierto,

estrellas de un firmamento por descubrir,

y no necesitamos nada,

solo encaminar nuestros pasos

hacia la luz verdadera,

esa que brilla en los ojos de los sabios.

Sin palabras, sin hablar por hablar,

a merced del viento,

como navegantes de sueños.


"La belleza alcanzable" (2012)