jueves, 13 de agosto de 2015

Guadarrama (Félix Grande)

                                                                     (Antonio Machado)

Sentarse aquí, esta hora
de la tarde que abdica.

Sentir que la distancia se incorpora
dentro de la conciencia y ahí repica
a eternidad.

                           Mirar.
Cumplir hoy ese oficio tan profundo:
mirar, mirar el mundo,
pensarlo, amarlo, amar, pensar, amar.

Ver la colina; verla bien.
                                         El monte,
el camino, la tierra, la retama:
verlo... Ver la lección del horizonte:
su sonrisa de llama.

¿Qué hace brillar la tarde? ¿el viejo pulso
del tiempo? ¿la hora de oro? ¿la amistad apasionada
de la luz y los olmos? ¿el impulso
casi de tierra ya de la mirada?

Sentir el fondo de la edad; la lumbre
del ser junto al no ser.

Ver la pasión severa de la cumbre.
Emocionarse, sí: mirar y ver.
Emocionarse ante esto que es tan breve
y que tanto se ama.


Recordar al maestro aquí, frente a la nieve
serena del sereno Guadarrama.


La canción de la tierra (Antología 1963-1998)

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