Cruzó sobre nuestras cabezas
Como un pájaro de ceniza
Dijo tú no sabes nada de la muerte.
Así que busqué un lugar apartado
Me arrastré por el bosque hasta el río
Me eché en un rincón mullido de hojas secas.
La noche se levantaba sobre los campos
Con la mirada fija
La tierra se enfriaba.
Lentamente
El aire se movió de un lugar a otro
Hasta no poder dar un solo paso.
Las aguas del río quedaron quietas
Cubriéndose de una fina capa de hielo
Como si sus larvas hubieran permanecido allí
Esperando ser una región sin orillas
Por la que se deslizaban mis ojos abiertos
Inmóviles entre los matorrales.
"Mirada del silencio" (1983)
No hay comentarios:
Publicar un comentario